Creado por el Dr. A.T. Still (Usa) a finales del siglo XIX. la Osteopatía es un método terapéutico manual global.
La Osteopatía busca la movilidad óptima de los diferentes tejidos y órganos, apoyándose en las leyes fisiológicas neurológicas y biomecánicas que unen al cuerpo en su entidad anatómica.
Su objetivo es reactivar, mediante estímulos y técnicas de normalización, los procesos de autorregulación y autodefensa endógenos.
Se actúa sobre la causa, no sobre el síntoma.
Es una medicina natural, que quiere dar a la persona, la plena posesión de su potencial físico y psicológico.
Se utiliza una técnica terapéutica que tiene como finalidad re-armonizar las movilidad y la fluctuación de las estructuras anatómicas mediante maniobras de manipulación precisas.
Especialidades de la Osteopatía
Estructural:
Es la más conocida. Estudia la osteología, miología, artrología, la fisiología articular y sus interrelaciones, la alteración de su fisiología normal, las causas que lo originan y sus consecuencias.
Craneal:
El cráneo tiene su propio movimiento, de poca amplitud, que es debido a la fluctuación del líquido cefalorraquídeo dentro de las meninges y la médula espinal. Si se altera el ritmo de este movimiento llevará a estados patológicos que repercuten en el resto del cuerpo. El osteópata puede percibir estos movimientos sutiles y hacer las correcciones necesarias.
Visceral:
Esta parte de la osteopatía se encarga de restablecer el óptimo funcionamiento de los órganos y vísceras que llevará a disfrutar de una buena salud.
La Osteopatía trata principalmente las patologías musculo esqueléticas más frecuentes como por ejemplo: Lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias, esguinces cervicales y de tobillo, omalgias (dolores de hombro), tendinitis, artritis y en definitiva aquellas afectaciones osteomusculares habituales. También es muy eficaz en casos específicos de migrañas, vértigos, otitis, problemas circulatorios, digestivos, endocrinos, ginecológicos, urológicos, neurológicos, traumatológicos, etc.
Pero tenemos que destacar los buenos resultados en pediatría, tanto en neonatos como en infantes en donde las patologías tratadas con Osteopatía pediátrica más frecuentes son: Plagiocefaleas ( deformación del cráneo), lacrimal obstruido, tortícolis, cólico del lactante, alteraciones del sueño, irritabilidad, estreñimiento, escoliosis, parálisis braquiales, esguinces, etc.
El origen de estas patologías principalmente reside en tensiones del tejido blando del bebé (fascia, músculos, ligamentos…) o en restricciones o ausencia de movilidad de algunas articulaciones de su cuerpo
El objetivo de la osteopatía pediátrica es devolver al organismo la movilidad tanto de estructuras óseas como de partes blandas. Así, el terapeuta aplica, con sus manos, técnicas suaves y muy delicadas, sobre la cabeza, columna vertebral, pelvis, etc. del bebé, para devolver el equilibrio fisiológico necesario para que estas funciones no se vean alteradas.
¿CUÁNDO estÁ recomendada la osteopatía pediÁtrica?
Lo ideal es aplicar el tratamiento durante los 6 primeros meses de vida, que es cuando más efectivas son las técnicas gracias al gran potencial de cambio que presenta el bebé, y cuando mejores y más rápidos resultados se obtienen. No obstante el tratamiento se puede iniciar a cualquier edad, ya que la osteopatía es una terapia aplicada en adultos.
Existen casos en los que es particularmente recomendable acudir a una primera consulta osteopática, entre ellos, embarazos gemelares, cesáreas, partos de nalgas y podálicos, fórceps, ventosas, bebés prematuros… por el alto índice de traumatismos que pueden sufrir los bebés en estas situaciones